Cuando a los gobiernos en España les importa mas que a las mujeres les cuesten menos sus compresas, que los hombres se suiciden masivamente, tenemos un problema evidente. Es verdad que los muertos no dan votos, y a los vivos no parece que les importe. Los medios de comunicación ocultan este tema por miedo a que se pueda generar un efecto imitación, pero parece ser que no tienen ningún miedo al efecto imitación cuando sacan a la luz todas las denuncias por violencia de género, animando a que las mujeres denuncien con la impunidad que les otorga el sistema judicial. Cuando un hombre se divorcia de una mujer de forma conflictiva, suele quedarse sin su casa, sin sus hijos, sin trabajo, y en la calle. Porque la ley permite a una mujer arruinar la vida de un hombre. Para este hombre no hay ayudas ni justicia, el estado lo deja tirado en la calle como un perro, mientras que a la mujer el estado le proporciona abogados, psicólogos, ayudas económicas, todo un sistema para evitar que la mujer no pueda atravesar el suelo de cristal. Porque no hay que olvidar que casi el 90% de los sintecho son hombres, pero este no es un problema de género. Para mi que unos 3000 hombres se suiciden en España frente a los 600 de mujeres, me hace pensar que hay un problema, y que ningún gobierno ha intentado de evitar. Todo lo contrario, durante años han agravado este problema, dejando al hombre indefenso frente a la mujer, con una justicia sexista y discriminatoria. Los partidos políticos que aprobaron estas leyes, tienen las manos manchadas de sangre.